19 de noviembre de 2017

Los pisapedales

Otro año mas toca reunirnos en el mismo restaurante, hoy volveremos a oír las voces que tantas noches nos mantuvieron despiertos por telefono, esta noche nos volvemos a reunir los mal llamados por nuestro antiguo jefe, y de manera despectiva "los pisapedales". La reunión comenzó como dice la canción del Arrebato: "como celebrando un gol nos pegamos un abrazo" y siguió con las preguntas típicas de como te trata la vida, y lo de te veo mejor que la ultima vez. Cuando nos sentamos la mesa ya estaba repleta de bandejas con comida, mejillones, tortilla, calamares, queso, vamos que no faltaba de nada para empezar a abrir boca. A los pocos minutos las bandejas pasaron a ser países, la mesa se convirtió en un mapa mudo al cual cada uno iba aportando nombres de ciudades a las cuales había realizado algún viaje. Con la segunda copa de vino llegaron los récords, yo aporte mis 46 horas y 32 minutos de conducción sin parar nada mas que para orinar y repostar. Antonio (rayito) al final diré por que este apodo, su viaje por países problemáticos, y su viaje a atravesando Italia por carreteras nacionales. Nos contó como perdió la documentación y como soborno a algún cuerpo de seguridad para poder dormir unas horas. Torrado consiguió comida caliente amenazando al jefe por teléfono, varios compañeros le debe algún que otro favor. Llego el turno de Ivan, sus problemas con el jefe fueron casi desde el primer día, pero nos deleito con el susto que le dio un tipo al que le negó un pitillo. Parece ser que alguna gente en Milan no lleva bien lo de no conseguír algo y la tomo a patadas con el furgón de Ivan. Charly nos contó los 22 dias durmiendo en una nave en Paris, para el la ciudad del amor fue mas del desespero por volver a su casa, siempre que no recibiera la temida llamada del reenganche, y el era al que mas llamaban. Los reenganches y viajes interminables los heredo Sandel, aun en su rostro se notan los años en la empresa, ya pasaron meses y aun no duerme bien. pero nos sorprendió con una clase magistral de como quedar parado en una aduana, truco que me lo guardo para decírselo a futuras generaciones del trasporte. Yo añadí la famosa historia de las ovejas zombi, que es de esas historias que le contare a mis nietos, relato  llamado "frenadol para 7 zombis" que encontrareis en el blog "mi vida en un furgón". Ya cayeron varias botellas y llega la hora de los abogados, todos en la mesa hemos pasado por los juzgados para denunciar al jefe, pero eso es otra historia, hoy celebramos que aunque un capullo nos saque el posible homicida que todos llevamos dentro, y que aparece al oír su nombre, aun a pesar de todos las putadas que nos hizo, lo queremos ya que gracias a el nos hemos conocido. Celebramos el como nos cuidamos el uno al otro, como nos dimos ánimos, como nos ayudamos cuando las cosas se ponían feas, y como nos desahogábamos los días de bajón con cosas que mejor que no supieran en casa. Esta noche los David volvieron ganar a al que se cree Goliat, hoy los pisapedales vuelven a unirse para pasar un buen rato con sus hermanos del furgón.

Esto ocurrió en un viaje que hicimos a Grecia, eramos siete furgones en fila india atravesando España, Francia, Italia, y parte de Grecia. Recuerdo que el jefe nos dio 5 euros a cada uno por día en cuestión de dietas, todo un esplendido el ....... . Bueno la cosa es que en el viaje de vuelta, ya en el ferry, y tomando unas cervezas en cubierta sobre la una de la madrugada, decidimos hacer una ronda de chistes y Toneti gano con el siguiente:
Estaba un Mexicano durmiendo la siesta, su cara la tapaba el típico gorro Mexicano, a su lado tumbado en el suelo estaba su perro que también dormía. De repente pasa un furgón a toda pastilla, brrrruuunnnnn. Al cabo de 10 segundo el perro hace, guau        guau, a lo cual el dueño sin mover un musculo le dice: quieto rayito déjalo ir.